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jueves, 3 de marzo de 2011

La marihuana


“Pá í, ¿escuchó la noticia de que existen propuestas para legalizar el uso de la marihuana?”
¡Sí!, amigo escuché la noticia.
“¿Usted piensa que sea una ayuda para los chicos, el legalizarla?”
¡No creo!, porque lo que se debe analizar no es legalizar la marihuana o no, que a los jóvenes le da lo mismo, porque siempre se puede encontrar y el estado sabe eso, sino hay que ver, ¿por qué el corazón de los chicos utiliza algo prohibido, buscando en la marihuana algo que el mundo de los adultos no logra darle?
Te cuento un hecho. Cuando yo tenía 20 años, antes de encontrar la experiencia cristiana, me regalaron un afiche grande con la imagen de una semilla de marihuana ampliada 1000 veces. Tenía hermosos dibujos y debajo de la imagen se encontraba una palabra: freedom (libertad). Esto lo dice todo. Uno usa la marihuana porque el corazón está insatisfecho, busca algo grande, quiere ser libre, feliz y el único escape que tiene frente a este mundo que no le muestra un significado grande para vivir es “volar”, “soñar” algo mejor. Yo también vivía así antes de la conversión.
El uso de la marihuana revela un corazón insatisfecho, revela una ausencia en el corazón de los chicos, revela la posibilidad de vivir momentos de libertad también. Y las leyes del estado nunca podrán, adecuadamente, responder al corazón insatisfecho de los chicos
Se necesitan adultos que te muestren y te comuniquen un significado grande y más atractivo que la marihuana, algo bonito que el chico ve en los adultos, porque ellos lo viven.
Por eso el uso de la marihuana, del alcohol, del la trasgresión es siempre una provocación a nosotros adultos: ¿qué es lo que comunicamos a los chicos, a ellos que buscan una razón para vivir? ¿Cómo vivimos nosotros adultos nuestra vida, nuestra fe?
Si los adultos, en modo especial aquellos que se dicen católicos, pienso a todos los colegios católicos, a la misma Universidad Católica, frente al extravío de los jóvenes no sienten la urgencia de anunciar a Cristo, como la única posibilidad de comunicar el sentido de la vida a los jóvenes, es mejor que cierren o si prefieren continuar así, comunicando valores o educando a ser buenos profesionales, que inicien a fumar marihuana también ellos, así puede ser que se den cuentas de lo que necesita el yo humano. El yo humano necesita encontrar la alegría cristiana, que brilla en los rostros de los cristianos, como una presencia capaz de dar significado a nuestra pobre vida, a través de una amistad que te ayuda a vivir y a morir.  
La marihuana tiene, como todas las drogas o los ídolos, un gran atractivo para con los jóvenes y para vencerla se necesita encontrar un atractivo más grande que la droga misma. Y solo encontrando a Cristo, presente en la amistad cristiana, eso tiene la fuerza de sacar a cualquier persona de algo, como la droga, que da ilusiones pero no da ni la libertad ni la felicidad.
P. B

4 comentarios:

  1. Si no consiguen diferenciar el significado de la palabra "subjetivo" de la palabra "objetivo" no podrán salvarse, queridos zombis.

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. freedom (libertad) Creo q eso resume todo.. Hoy en dia la familia ha sido totalmente desustructurada.. y ahi esta la clave..los jovenes buscan fuera, lo q las familias podrian brindarles, seguridad, amor, libertad pero no libertinaje..La marihuana o cualquier otro tipo de droga te brinda una opcion inverosimil de la realidad, momento cortos q con el tiempo se vuelven pocos, q con el tiempo te llevan a consumir de 1 vez x dia, a 2 o a provar algo mas fuerte.. y asi vamos cayendo mas hondo, mas al fondo.. Sin salida..

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  4. No se trata de legalizar o no la marihuana, sino que de buscar soluciones para resolver este problema social.
    Estoy de acuerdo contigo Ramon..

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